Campaña 2018

Uno de los logros más significativos del proyecto ALMOCIS ha sido propiciar el inicio de las primeras excavaciones arqueológicas en la parte baja de la finca del Castillejo de Monteagudo. Dieron comienzo en agosto de 2018, después de casi un siglo de que uno de sus palacios fuera desescombrado y dado a conocer internacionalmente. La primera fase se desarrolló entre agosto y diciembre de 2018 y contó con el apoyo tanto de la Junta Municipal de Monteagudo como del propio Ayuntamiento de Murcia.

Los trabajos arqueológicos se han centrado en una parcela situada a escasos metros del palacio del Castillejo, en la parte inferior de su ladera Oeste, cuyo nº catastral es 6602103XH6160S0001EF. Los permisos fueron concedidos para realizar trabajos de prospección, limpieza, retirada de escombros y sondeos; todo ello circunscrito a la parcela mencionada, que se eligió por concentrarse en ella el mayor número de estructuras arquitectónicas medievales visibles en superficie.

Entre las estructuras arquitectónicas documentadas destaca una torre de planta cuadrada de 5,20 x 5,20 m, fabricada en tapial, con argamasa en su perímetro y con tierra apisonada en la parte central. De su función solo podemos avanzar la hipótesis de que se trata de una torre-mirador desde la que contemplar la almunia. También se halló una potente obra de tapial que parte de dicha torre y discurre en dirección Noroeste-Sureste. Presenta cara hacia el Este mientras que hacia el Oeste es irregular, lo que hace pensar que se trata de un muro de contención; mide 11 m de longitud por 1,10 m de anchura y 2,50 m de altura. La tercera gran estructura es un tramo de una canalización que discurre paralela a la anterior y con pendiente hacia el Sur, que se conserva en una longitud de 18,60 m, presenta una anchura de caz de 65 cm y una altura conservada de 30 cm. A norte de la torre se documentó un tramo de acueducto de 32 m de longitud, obra de tapial de hormigón sustentada por 9 arcos de ladrillo de medio punto, cuyos vanos tienen una luz de 1,30 m y apoyan en pilares de 80 cm de anchura. En el momento de la limpieza se pudo comprobar que esta infraestructura hidráulica seguía prestando servicio como acequia.

Además de la excavación de las estructuras anteriores, también se llevaron a cabo tres sondeos que han proporcionado una información muy relevante y novedosa, que podemos resumir en los siguientes puntos:

  1. Que en época mardanisí esta área no sólo estaba ocupada por un estanque, algún pabellón y espacios mayoritariamente agrícolas, tal y como se creía, sino que existió todo un complejo de edificios de carácter residencial y áulico situados en la proximidad del estanque.
  2. Que el yacimiento no presenta una sola fase constructiva correspondiente a época de Ibn Mardanīš, tal y como se pensaba hasta hace poco, sino que cuenta con una ocupación amplia, anterior y posterior al emirato mardanisí. Aunque son muy escasos los datos arqueológicos que permiten cimentar la hipótesis de que la finca fue fundada en el siglo XI, estamos convencidos de que la almunia se diseñó en ese periodo, en el marco de un proyecto en el que el Castillo de Monteagudo desempeñaba un papel importante como granero estatal asociado a la finca. Despés de las dos destrucciones almohades de 1165 y 1171, bien conocidas por las fuentes árabes, se ha podido comprobar que sobre las ruinas de los palacios mardanisíes se construyeron otros de nueva planta, durante un periodo que puede oscilar entre finales del siglo XII y la primera mitad del XIII. También podemos asegurar que existió una fase de ocupación castellana de los edificios andalusíes en consonancia con los datos que proporcionan las fuentes escritas castellanas que documentan una estancia de Alfonso X en Monteagudo durante los meses de mayo y junio de 1257. Por último, podemos avanzar que hay indicios para plantear la hipótesis de que uno de los edificios que estamos excavando es una obra castellana de la segunda mitad del siglo XIII o principios del XIV.